¿Qué es el síndrome del impostor?
¿Sientes un miedo continuo a ser descubierto como un impostor en el terreno laboral por temor a no estar a la altura? ¿Desconfías de ti y de tus capacidades?
A veces da pavor comenzar una nueva trayectoria profesional o aprender una nueva herramienta. Tanto si aprendemos nuevas metodologías o estamos aprendiendo a usar herramientas de inteligencia artificial para diseñadores gráficos, existe una curva de aprendizaje que a veces nos da la sensación que nunca termina y nos surgen las dudas si vamos por el buen camino o si estaremos a la altura que se requiere.
Ante esa situación es difícil evaluar nuestro progreso y evolución y saber en que punto estamos respecto a otros compañeros. También se complica cuando desconoces las expectativas que el equipo o tu jefe tiene de ti.
Con esta incertidumbre a menudo aparece lo que se llama el síndrome del impostor.
¿Cuándo aparece el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor suele aparecer en las primeras etapas de nuestra carrera profesional como diseñadores gráficos. También es frecuente en personas de avanzada edad, que por diferentes motivos necesitan reciclarse y adquirir nuevos conocimientos. En cualquier caso es muy habitual sentir esas dudas que aparecen y que nos machacan mentalmente.
El síndrome del impostor nace de la comparación, si no existiese esa comparación nuestro camino como profesionales seguiría su curso, seguiríamos aprendiendo y disfrutando de poder trabajar en lo que más nos gusta.
Yo personalmente he sufrido y sigo sufriendo el síndrome del impostor porque soy una persona que me gusta descubrir otras áreas relacionadas con el diseño gráfico, como la animación, modelado 3D, arte conceptual, SEO, etc… me gusta aprender y conocer la forma de conseguir que un proyecte alcance su máximo potencial.
Además he tenido la suerte de colaborar en proyectos muy diversos que me han dado la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos (Animación y modelado 3D en Universo Latino – SEO en CBLingua – Desarrollo de imagen corporativa en Publicentro – Multitud de proyectos como freelance…) y tras más de 20 años en la profesión aún siguen asaltándome las dudas.
Asumo que es una sensación que seguiré teniendo, pero que no puedo dejar que me bloquee porque sino dejaré de disfrutar el camino, que al fin y al cabo, de eso se trata.
Tipos de síndrome de impostor en diseño
El perfeccionista.
- Objetivos demasiado ambiciosos
- Pensamientos obsesivos buscando la perfección
- Insatisfacción continua debido al pensamiento constante que todo se puede mejorar
- No saben delegar tareas. De hecho es raro que deleguen porque suelen pensar «Si algo tiene que salir bien, hazlo tú mismo»
El mártir
- Adictos a la validación externa
- Debido a esta necesidad de validación, demuestran su valor trabajando más horas que nadie
- Estrés y ansiedad continuos. Su autoestima depende de esa validación por lo que nunca es suficiente las tareas, roles o proyectos que pueden llevar a cabo. Siempre piensan en rendir más.
- Sacrifican ocio y pasiones por su trabajo
El solitario
- Rechazan a los mentores, prefieren ser autodidactas y aprender por su cuenta.
- No les gusta el trabajo en equipo.
- Les cuesta pedir ayuda.
- Descuidan sus propias necesidades en favor de dedicarse demasiado al trabajo.
Cómo superar el síndrome del impostor
Es imposible saberlo todo, así que no pasa nada si no sabes algo, forma parte de tu carrera profesional. Todos estamos aprendiendo, así que no temas preguntas algo que no sabes. Que no te preocupe el temor de quedar en evidencia, es mejor mostrarse proactivo y curioso que quedarse con la duda y la preocupación de saber si lo estás haciendo bien o no. Busca oportunidades para trabajar con otros partners.
Trata de verte a ti mismo como un trabajo en progreso constante, adopta el aprendizaje permanente y divide las tareas en partes más pequeñas y que sean objetivos reales de conseguir.
Es señal de que estás en proceso de mejora, que estás elevando tu nivel, primero en tu educación y luego en tus habilidades, y así de forma repetida.
Confía en ti y cuando mires atrás celebra lo que has conseguido, donde has llegado y lo que puedes alcanzar si sigues con esa actitud.
Evita compararte con otros diseñadores o creativos. Es habitual ver trabajos en Instagram de otros profesionales con un acabado sublime y desearías que tus trabajos estén a ese nivel, pero te desmoralizas porque ves la gran diferencia. Olvidas los años de experiencia que pueda tener esa persona, el tiempo que ha tenido que dedicar para conseguir ese resultado y los quebraderos de cabeza con el cliente.
Utiliza esa comparación y transfórmala en curiosidad, pregunta que herramientas de trabajo a utilizado en el proceso, cual ha sido su metodología… te aseguro que solo es cuestión de tiempo para alcanzar su nivel.
Conclusión
El síndrome del impostor puede hacernos tener días con un bajo estado anímico y procrastinar aquello que llevas dándole vueltas a la cabeza. Por eso es importante reconocerlo a tiempo y darle la importancia que realmente tiene dentro de la salud mental en trabajo como diseñadores, especialmente en áreas creativas.
Hoy más que nunca es necesario educar en la gestión de las emociones, saber reconocerlas y saber gestionarlas. Creo que es un tema del que deberíamos de hablar más a menudo.
Categoría/s: Diseño gráfico
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