¿Dónde surge el brutalismo?
El brutalismo como movimiento se inicio en la década de 1950 destacando su apogeo en la arquitectura de los años 50 a 70, pero recientemente ha resurgido en el diseño digital moderno.
Sus inicios se remontan tras finalizar la Segunda Guerra Mundial. Muchos edificios en Reino Unido fueron destruidos tras el conflicto bélico y el país necesitaba reconstruirlos para dar cobijo a los desplazados y restablecer el orden.
De esta forma, los diseñadores que dieron origen al brutalismo surgieron para dar respuesta a este dilema. Debido a la escasez de materiales por los gastos producidos por la guerra, utilizan materiales baratos y puros, sin tratar, pero con características llamativas para dar a los edificios una sensación de exclusividad y grandeza. Empiezan a aparecer edificios con fachadas de hormigón y secciones extruidas por todo el país: la Hunstanton School, la Smithson Plaza de la ciudad de Westminster, la Balfron Tower y el National Theatre.
Con el tiempo se extiende a otras partes del mundo, especialmente en edificios institucionales. En un número de la revista Architectural Digest de 1953 aparece por primera vez el término «Nuevo Brutalismo» y es cuando se le da nombre y nace oficialmente este movimiento mundial.
Es un estilo algo controvertido que despierta reacciones, para bien o para mal (a pesar de su popularidad, el brutalismo nunca pudo escapar de su asociación con los regímenes totalitarios). Por eso, si quieres adoptarlo en un proyecto de diseño, es importante que lo hagas siendo plenamente consciente de en qué te estás metiendo.
Desde 2014 se han publicado sitios web con un estilo brutalista con pretensiones muy diferentes. De hecho es complicado destacar características propias que definan este movimiento, ya que varían entre distintos diseñadores y medios, aunque más adelante intentaremos dar un pequeño listado.
Este movimiento se caracteriza como una rebelión juvenil contra estilos corporativos y complacientes con el consumidor, como el flat design o el material design. El atractivo de este estilo rejuvenecido parece ser su robustez y falta de preocupación por parecer fácil o estético.
El brutalismo tiende a describir más una mentalidad que un estilo visual. El brutalismo no guarda secretos, ni busca aparentar lo que no es, abraza la transparencia y honestidad. Se aleja de lo corporativo y comercial. En lugar de seguir los cánones de belleza para encajar en la sociedad, abraza la verdad tal cual, sin maquillar.
La adopción del término «brutalismo» para describir el diseño digital tiene su origen en Pascal Deville, cofundador de la agencia creativa Freundliche Grüsse, que creó brutalistwebsites.com para catalogar el nuevo fenómeno que estaba presenciando.
Brutalismo en diseño
En los últimos años, el brutalismo ha resurgido en el lugar más insospechado: las interfaces digitales. El brutalismo en el diseño web empezó siendo sobre todo funcional: uno de los sitios brutalistas más famosos es Craigslist, cuya apariencia apenas ha cambiado desde los años 90.
Intencionadamente o no, siempre que los diseñadores web se centraban en crear interfaces sencillas, sin pretensiones y útiles, adoptaban un enfoque brutalista.
Algunas de las características visuales que definen el brutalismo pueden ser:
- Para sitios web se hace un uso de HTML, sin estilo por defecto.
- No existe una paleta de color definida, a menudo se usa el blanco, negro o tonos de gris.
- Se centra más en la funcionalidad que en la forma.
- Elementos de diseño modulares y repetidos.
- Elementos de diseño sin editar
El brutalismo en la era moderna del diseño tiene sus raíces en las ideas de su antepasado arquitectónico. Como las losas de hormigón, el brutalismo digital deja ver la pantalla en blanco que otros diseñadores ocultarían con colores o texturas. Al igual que los bordes rugosos de los edificios, los sitios web brutalistas evitan todo tipo de edición, mostrando fuentes tipográficas predeterminadas y fotos cuadradas sin tratar.
Una característica recurrente del brutalismo clásico es la imponencia de sus gigantescos edificios de piedra. Si lo extrapolamos al diseño digital, los diseñadores de productos digitales suelen interpretarlo con tipografía sobredimensionada como vemos en la siguiente imagen.
Brutalismo y minimalismo
El brutalismo puede parecer un estilo derivado del minimalismo y en cierta forma se parecen (ambos adoptan un enfoque del menos es más), pero hay alguna claves que las hacen diferente. El minimalismo no llega al extremo de renunciar a lo estético, mientras que el brutalismo no presta atención a seguir ciertos patrones de diseño que garanticen su éxito. En diseño de sitios web, el brutalismo da prioridad especialmente al contenido.
Por ejemplo, un sitio web minimalista los diseñadores seguirán cuidando cada detalle relacionado con el espaciado, la jerarquía, la simetría, el color o la tipografía, pretendiendo equilibrar la sencillez con la belleza, por lo que los detalles siguen importando. Mientras que un sitio web brutalista puede parecer que descarta por completo el estilo de la interfaz con fondos blancos y lisos o tipos de letra predeterminados por el sistema.