Cuando un cliente te hace perder dinero
Durante el periodo que trabaje como diseñador grafico freenlace aprendí muchas lecciones a la hora de relacionarme con clientes. Hay una máxima en publicidad que dice que el cliente siempre lleva la razón, pero personalmente creo que como en todo, hay líneas que no se deben cruzar.
Debemos procurar mantener una relación cordinal con nuestros clientes y saber escucharlos para conseguir entre todos el objetivo fijado (de hecho sin ese trabajo en equipo es imposible conseguirlo en proyectos de esta naturaleza), pero sin manchar nuestra dignidad profesional.
Estas historias entre clientes y freelances hay muchas, tantas como diseñadores gráficos, es normal encontrarte por el camino clientes que no valoran tu trabajo e incluso piensan que cuando estás delante del ordenador o realizando bocetos para un proyecto te hacen un favor por poder disfrutar de tu trabajo. Y si, disfrutamos con nuestro trabajo, pero ante todo es eso, un trabajo del que depende nuestro sustento para vivir y como tal debe ser valorado y respetado.
Disfrutamos mucho de nuestro trabajo, pero no por eso vamos a regalar horas haciendo favores. Cuando notas que un cliente te está haciendo perder dinero lo mejor es hacer una parada y dejarle las cosas claras, porque sino te irá comiendo cada vez más terreno y entonces es cuando tu negocio como diseñador gráfico freelance se verá resentido.
Como identificar clientes tóxicos
Hay varios síntomas que podemos detectar cuando nos encontramos con un cliente tóxico. Generalmente este tipo de clientes suelen cumplir varias de estas características, ya que están muy relacionadas entre ellas.
El tacaño
Es el que siempre va llorando sobre el bajo presupuesto que dispone para poder invertir en su proyecto, pero pide un trabajo integral, que no le falte ni un detalle y que luzca perfecto, sin errores y a la primera, ya que su principal objetivo es hacer rendir su inversión.
Son los clientes que buscan algún descuento cada vez que necesitan algún diseño. Aun y cuando el diseñador les aclare y defina sus tarifas, este tipo de clientes asumen que esto es un punto de partida para poder negociar. No solo ponen en discusión los ingresos duramente ganados por el diseñador, sino que también disminuyen su valor como diseñadores gráficos.
Mi recomendación ante este tipo de clientes es mantenerte firme en tu propuesta económica. A la larga te harán trabajar el doble de lo que te está pagando.
El «jartible»
Este tipo de cliente se involucra demasiado en el proceso de trabajo y molesta a cada momento con cambios y no valora el tiempo de los diseñadores. Siempre te pide tener sus diseños para ayer, pero a la hora de pedirle el material necesario para comenzar desaparece.
Mi recomendación es dejarle las cosas bien claras desde el principio.
El indeciso
Todos quieren hacer muchas ventas y empezar a ganar dinero con un proyecto empresarial, pero si ese se convierte en el único objetivo es mejor que huyas. Con este tipo de cliente es conveniente ser lo más específico posible en los presupuestos (Nº de propuestas, cambios, etc…) porque sino te marearán con miles de cambios sin ir a ningún sitio. Comenzar un desarrollo de marca sin un briefing claro es comenzar un proyecto destinado al fracaso a corto/largo plazo.
Si tu cliente te dice que quiere un sitio web, pero que no tienen ni fotos, ni textos… ni nada ten cuidado porque es una señal de que tendrás que perseguirlo constantemente.
Ante este tipo de cliente, si no tiene el material necesario es mejor que cuentes con que lo tendrás que hacer tu, a la hora de preparar el presupuesto.
El desaparecido
Es el que siempre se tarda para todo, tanto para llegar a tiempo a una cita de trabajo, como para pagar. Esto hace que el trabajo se atrase y no se cumple o entregue a su debido tiempo.
Para evitar este tipo de clientes lo mejor es pedir un adelanto del trabajo a realizar y comprobar que realmente esta comprometido e interesado en el proyecto. En muchas ocasiones podemos llevarnos semanas esperando imágenes, textos u otro tipo de información para poder continuar, lo que hace el proyecto interminable, porque ha estado atendiendo otros asuntos.
Sino le presta la atención suficiente mejor no cuentes con él.
El de los cambios
Todos los diseñadores odiamos a ese personaje que quiere un cambio y se queda merodeando a tu alrededor mientras lo haces. Para luego decirte que porque no pruebas moviendo esto para aquí o agrandando eso otro.
También entran en esta categoría aquellos que te aprueban un diseño hoy, pero 2 semanas después te envían un correo pidiéndote un gran número de cambios, porque ya lo vieron con más calma… En cualquiera de los casos, vas a pasar más tiempo moviendo cosas que diseñando.
Por eso debes dejar claro el tiempo y las condiciones que conlleva cada proyecto, porque con clientes así, puede convertirse en un proyecto sin fin.
El que no tiene horarios
Este tipo de clientes suelen mandarte un mensaje de Whatsapp o directamente una llamada a las 22.00 de la noche o un Domingo por la mañana preguntando algo sobre el proyecto. Suele ser el típico empresario obsesionado con su trabajo las 24 horas del día, que piensa que como «buen autónomo» tu también estás pegado al ordenador y disponible cuando el lo necesite.
Frente a este tipo de clientes lo mejor es educarlos y acostumbrarlo a que hagan las preguntas necesarias en horario laboral. Si recibes un mensaje de Whatsapp o una llamada telefónica no respondas y espera a que sea una hora prudente para contactar con él
Conclusión
Si te encuentras en el camino un cliente de este tipo habla con él y déjale las cosas claras desde el principio. Es mejor tener una conversación a tiempo que no mantener una relación laboral que a la larga afectará negativamente a las dos partes. No pretendas quedar bien con todo el mundo por el hecho de que estes empezando como freelance y necesites clientes sea como sea. Alfinal te daras cuenta que es necesario saber decir que no, por tu salud y por la de tu negocio.
Categoría/s: Opinión
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