En este blog se ha hablado del diseño en general y del diseño gráfico en particular desde un enfoque humanista. Más allá de su utilidad para aumentar ventas y conseguir objetivos económicos, el diseño influye en el comportamiento de las personas con su entorno. Por eso, como diseñadores, es cada vez más necesario tener presente el diseño ético cuando debemos tomar una decisión.
Tenemos un claro ejemplo en como se relacionan los usuarios con las redes sociales. Un hábito y una forma de relacionarnos con la tecnología, alimentada a través de su diseño, que las hacen adictivas y nocivas.
Puedes ver otros ejemplos en el artículo «¿Hemos malinterpretado la tecnología?» donde analizo la oportunidad que estamos desaprovechando al usar la tecnología del modo en que lo estamos haciendo. Este camino que hemos tomado ha sido propiciado por decisiones de diseño que originan unos hábitos de dudosa moralidad.
¿En qué consiste el diseño ético?
La definición de diseño ético es muy sencilla, pero al principio puede sonar más como una quimera o algo idílico por la sociedad en la que vivimos. El diseño ético consiste en pensar primero en el usuario, en como puede influir la comunicación de ciertos mensajes o hábitos de uso en su comportamiento.
El diseño ético debe guiar la manera en que los diseñadores trabajan en los proyectos, la relación con sus compañeros de trabajo, clientes y otros perfiles que forman parte de la cadena según sus características.
Cuando hablamos de poner en el centro al usuario no hablamos de pensar en él para ofrecerle facilidades a la hora de usar productos digitales, como es el caso de la disciplina User Experience. Nos referimos a si esa facilidad que le ofrecemos puede afectarle negativamente en otros aspectos que estemos pasando por alto.
Se trata de ir un paso más en la experiencia de usuario, o más bien incluir el diseño ético dentro de esta disciplina para que las decisiones que se tomen impliquen responsabilidad hacia quienes nos dirigimos.
Afortunadamente cada vez son más personas, tanto usuarios como diseñadores, conscientes del impacto del diseño en la sociedad. A raíz de este hecho nacieron las B Corps, empresas comprometidas y responsable con la sociedad y que ya cuentan con un sello distintivo en este aspecto para diferenciarlas de las demás.
Ejemplos de diseño ético
El diseño ético se puede extrapolar en todas las áreas del diseño. En diseño gráfico y especialmente en el diseño de productos digitales podemos hacer un uso ético del diseño evitando el uso de patrones oscuros para no incitar al usuario a tomar una acción que realmente no quiera realizar.
En diseño más tradicional vemos como a través de piezas gráficas publicitarias propician el consumo de productos nocivos para la salud a través de mensajes manipulados, de modelos estéticos como patrones de belleza sin ningún tipo de escrúpulo o grandes marcas que instalan sus fábricas en las regiones más empobrecidas y pagan salarios ridículos. Puedes leer más ejemplos de este tipo en el fantástico libro de Naomi Klein : No Logo
En cierta forma el diseño ético podríamos definirlo como una mezcla entre diseño y filosofía. Plantear propuestas para conseguir unos objetivos, pero pensar también como puede afectar al comportamiento del ser humano como individuo y como parte de la sociedad.
«Como diseñadores es cada vez más necesario tener presente el diseño ético cuando debemos tomar una decisión en un proyecto»
Si quieres conocer más sobre el diseño ético sigue con este video de Píldoras UX, que aunque se centren más en el diseño de productos digitales, es extrapolable a cualquier área del diseño. Un video muy interesante en el que se hablan de propuestas como el uso de un sistema de valoración en productos digitales como el que ya se usa en productos alimentarios para que el usuario sepa el respeto y el compromiso de sus desarrolladores con la sociedad.
Además puedes encontrar artículos, libros o cursos sobre el diseño ético en el sitio web ethicaldesignresources.com. Un gran catálogo de contenido sobre una temática que poco a poco va adquiriendo más relevancia por una necesidad evidente de cambiar la forma que diseñamos.
Conclusión
Dado lo anterior, hoy el diseño ético toma una mayor relevancia en el proceso de creación de un producto, servicio o experiencia, para que así las empresas, organizaciones o gobiernos lo utilicen para prevenir un impacto negativo o no deseado en la sociedad y generen un beneficio y el mayor valor de manera sostenible.
Cómo diseñador gráfico hazte la siguiente pregunta: ¿Cómo puedo mejorar el mundo desde el diseño?.
En Magma Sevilla han creado un espacio de diseño ético en el que imparten cursos, tanto online como presencial, para concienciar a los futuros diseñadores del impacto que generamos en los seres humanos y a partir de ahí tomar decisiones que aporten un valor humanista.