Si preguntamos a cada diseñador que entiende por diseño cada uno nos dará una respuesta diferente en función del campo en el que se aplique (arquitectura, moda, aplicaciones móviles, branding, etc…) pero en todas ellas surge continuamente un conflicto entre forma y función.
¿A la hora de desarrollar un producto que prevalece, la forma o la función?. Antes de dar una posible respuesta vamos a conocer el significado de cada uno de ellos dentro del área del diseño gráfico.
¿Qué es la forma en el diseño gráfico?
La forma en el diseño es el envoltorio que nos atrae y nos llama la atención frente a otros productos del mismo rubro. Es el estilo gráfico definido para ese producto que hará que nos fijemos en él antes que en otros.
La forma viene definida por la paleta de colores elegida, la tipografía, materiales, métodos de impresión y todo aquello que influye en la percepción del producto tanto visualmente como a la hora de manipularlo.
¿Qué es la función en diseño gráfico?
La función en diseño gráfico trata de resolver un problema o hacerlo más fácil para la tarea que ha sido encomendada. La forma muchas veces entra en relación directa con la función. Por ejemplo, el material para un determinado producto puede haber sido seleccionado para mejorar su protección o hacer más agradable su manipulación.
¿Qué es más importante la forma o la función en diseño gráfico?
¿Que prevalece la forma o la función? Personalmente no creo que exista una respuesta exacta para esta cuestión. Todo dependerá del proyecto en el que estemos trabajando y sus características. Esta puede parecer una respuesta un poco ambigua y fácil para quien no quiere mojarse, pero si nos enfrentamos a un proyecto de desarrollo de app y otro de desarrollo de marca podemos ver que el peso entre forma y función no es el mismo en cada uno de ellos.
La función sobre la forma en el desarrollo de apps
Cuando estamos inmersos en el diseño de una aplicación, antes que pasar el diseño de su interfaz debemos plantear diferentes prototipos y testearlos para comprobar cual de ellos es más amigable para el usuario. De nada sirve contar con un diseño UI brillante, cuidado hasta el mínimo detalles si luego el usuario no encuentra la forma de realizar la tarea por la cual se la descargó.
En este caso, y según las caraterísticas del proyecto (desarrollo completo, desde cero, de una aplicación móvil) la función prevalece a la forma.
La forma sobre la función en el desarrollo de una identidad visual
Sim embargo, cuando desarrollamos la identidad visual de una marca, la forma tienen un peso mucho mayor que la función. Aquí se trata de conectar el producto o servicio con el público a quien va dirigido mediante lenguaje gráfico (formas, colores, texturas, etc…).
En este tipo de proyectos la función pasa a un segundo plano, pero no por ello debemos dejar de prestarle atención. Aquí el diseño sigue teniendo una función que es la de comunicar un mensaje, que sea comprendido a quien va dirigido, con un fuerte peso en la forma.
En resumen, el propio proyecto va a definir los limites entre función y forma, en algunos aspectos deberemos darle más importancia a la función que a la forma y a la inversa. No hay una regla escrita para ello. Aunque personalmente prefiero anteponer, siempre que veo oportunidad, la función a la forma. Creo que por muy bonito y espectacular se presente un producto si este no cumple las espectativas en cuanto a su función de nada servirá, al poco tiempo lo dejaremos abandonado frente a otro que si cumple su función y por ende nos sentimos más cómodos cuando nos relacionamos con él.