El diseño de un logotipo, ya sea para una empresa o un organismo sin ánimo de lucro, aunque pueda parecer simple, resulta ser un trabajo bastante complejo que por desgracia está muy poco valorado, cuando debería ser uno de los puntos más importante en la creación de cualquier organismo, ya que será su identidad visual y uno de los aspectos por lo que se diferenciará de sus competidores.
Un simple trazo expresa diferentes emociones en función de su forma, al igual que el color y sus posibles combinaciones expresan sensaciones muy distintas. Por ello siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional, para asegurar un diseño de calidad, aunque no siempre se puede acceder a él.
Sin un brief claro, el logotipo no tendrá fundamento
Antes de comenzar a realizar un logotipo es fundamental que el cliente nos comunique lo que quiere expresar con él, el servicio que ofrecerá a los clientes, cómo será y toda la información necesaria para poder definir y posicionar la empresa. Esta información se resume en un documento: el Brief. De esta manera será más fácil enfocar el diseño, saber qué elementos gráficos ayudarán a potenciar su identidad y que transmitan su esencia. A partir de aquí se investigará la competencia, su mercado, el público objetivo, etc… para desarrollar un enfoque diferente a los demás y así destacar sobre estas.
Todo lo que engloba al diseño del logotipo debe favorecer las funciones descritas anteriormente: identificar, diferenciar y transmitir información. Si hay algo que vaya en contra o no afecta, habrá que modificarlo o eliminarlo. Un aspecto importante en el diseño de los logotipo, es ser consciente que no debemos cambiarlo a corto plazo, sino no conseguiremos que los usuarios reconozcan la marca.
«Una vez tengamos toda la información necesaria sobre la imagen que vamos a desarrollar es cuando ponemos toda la carne en el asador y buscamos el mejor enfoque para desarrollar el logotipo y toda la imagen visual del proyecto.»
Cuando tengamos definido lo que queremos transmitir con el diseño del logotipo entraremos de lleno en el juego. ¡Llego la hora de diseñar! Con toda la información que necesitamos en nuestras manos será más fácil desarrollar el logotipo más adecuado: tipográfico, caligráfico, ilustrativo, simbólico, abstracto, etc… su estilo, el esquema de colores, composición… es aquí donde el diseñador gráfico entra en juego y utiliza todos sus conocimientos y herramientas para plasmar la esencia del logotipo que debe comprenderse de un solo vistazo, sin contener demasiados mensajes ni requerir un esfuerzo por parte de los usuarios para entenderlo.
Mucho más que un logotipo
Diseñar el logotipo como la única pata sobre la que se sustenta la identidad visual de una marca es destinar el proyecto hacia el fracaso. El logotipo tienen un peso muy importante, pero no debe recaer todo en él. No es más que una pieza de todo el universo gráfico de la marca, un recurso más de comunicación. Generalmente la que más visibilidad tendrá en la estrategia de comunicación de una marca, por lo que las personas que no trabajan en este oficio tenderán a percibirlo como él único recurso necesario para tener una identidad. Este es el motivo por el que muchos clientes llegan solicitando un logotipo, cuando realmente necesitan un trabajo con más profundidad.
La identidad de una marca (branding) es mucho, muchísimo más que un logotipo. De hecho el logotipo representará una mínima parte de la identidad visual de la marca (dependiendo del posicionamiento dentro del mercado), y esta a su vez forma parte de toda su identidad. Si quieres saber más sobre la diferencia entre branding e identidad visual dirígete a este artículo.
El logotipo debe convivir con elementos como el color, familias tipográficas, galería de imágenes, iconografía, texturas, y una serie de recursos que variará en función de las características del proyecto y que deben ser documentadas en el manual de identidad visual para saber como deben ser trabajados cada uno de ellos.
Conclusión
Dejar en manos de uno mismo la tarea de diseñar un logotipo sin disponer de los conocimientos y del procedimiento a seguir no es nada recomendable. Muchas personas suelen menospreciar el valor de un logotipo, no se dan cuenta que en él está cifrada la identidad de la empresa, la personalidad del producto o servicio. Sino lo cuidamos estaremos dando una percepción errónea, dañando su imagen.